"Practicar el emprendimiento produce buenos resultados... Inténtalo"

IDEAS PARA EMPRENDER


El emprendedor surge de la combinación de muchas características personales tanto propias como desarrolladas.  Por ejemplo, la iniciativa, motivación, creatividad, innovación, pasión, la disposición a asumir riesgos, perseverancia, flexibilidad e improvisación, capacidad de trabajar en equipo y liderazgo son características. Todo proceso emprendedor, implica de hecho un aprendizaje, en el cual tenemos que poner en practica nuestras habilidades y destrezas, para que la idea emprendedora pueda madurar.
Montar una  empresa es una  de las mayores oportunidades de realización  personal que  una  persona tiene a su alcance;  Muchas grandes empresas se han  formado a partir de unos inicios modestos e improvisados.
A demás de lo anterior existen una serie de factores que hay que tener en cuenta para iniciarnos en la aventura del emprendimiento, Para lo cual tendremos que tener en cuenta las siguientes recomendaciones.

Recomendaciones para emprender.

Buscar Información:

Una  de  las  claves del  desarrollo de  cualquier negocio es,  sin  duda, contar con INFORMACION de interés relacionada con el ámbito en el que  nos  vamos a mover. Aunque te pueda parecer que  la búsqueda de  información se  debe dar en una  fase  más avanzada, que  efectivamente así es, no está de más dedicar un  pequeño esfuerzo a documentarse sobre cualquier información relacionada con nuestra idea.
¿Dónde buscar información?
  En Internet.
  En ferias del sector.
  En noticias en periódicos, revistas especializadas, libros, etc.
  En foros de discusión, jornadas, conferencias relacionados con el tema.
  En personas conocedoras del sector.

¿Qué  nos  aporta esa  búsqueda?
  Empezar a olfatear el mercado.
  Empezar a introducirse en el ámbito empresarial.
  Empezar a contrastar, de forma muy  preliminar, la viabilidad de la idea.
  Quizás, exista otra  persona que  tenga la misma idea.

Formación:

Es probable que  te  consideres una  persona lo suficientemente capacitada para desarrollar tu idea  en términos empresariales, pero adquirir las competencias en emprendimiento, es algo que siempre vas a necesitar, para desenvolverte mejor en la creación de tu plan de negocios.
Otro  caso puede ser  que  desde un  principio sientas la necesidad  de que  te ayuden a centrar tu idea,  te aconsejen, te marquen las directrices a seguir. Es una  actitud prudente que  puede serte de gran ayuda al comienzo de la aventura emprendedora.
Estar dispuesto a Cambiar en cualquier momento:
Un autor norteamericano, Spencer Johnson, escribió un libro  sobre las diferentes actitudes ante el cambio “¿Quién se ha llevado mi queso?”. Es una  historia sencilla, escrita en forma de cuento, que  tiene por  protagonistas a dos  ratones y dos  personas que  comparten la misma comida: el queso. Estos personajes habían encontrado una habitación repleta de  queso. Sin embargo, un  día el queso desaparece.  Ante este problema los protagonistas se comportan de diferentes  maneras llevándoles a situaciones muy  dispares. De esta manera,  el  libro  refleja, de  forma muy  sencilla y clara,  las  diferentes actuaciones frente al cambio y sus  respectivas consecuencias.
Bien, no vamos a alargarnos más con la historia de “¿Quién se ha llevado mi queso?” pero sí nos  interesa sacar partido de algunas de las conclusiones del autor, que  nos  pueden servir  en esta fase  de nuestra propia aventura.

  Momento de vacilación:  ¿echarnos atrás en nuestra idea?......aunque  es totalmente legítimo tenemos que  ser  conscientes de que  si nos encontramos en esa tesitura es probable que no tengamos pleno convencimiento del éxito  de nuestro proyecto y eso  nos  puede crear un  clima  de  inestabilidad, poca iniciativa, ineficacia, limitaciones, etc.  Hay que  buscar la forma de aclarar las ideas antes de seguir.

  Miedo  al cambio:  es  posible que  en  algún momento de  cambio inesperado se  tenga vértigo, incertidumbre, temor a seguir, etc. intenta pensar en  qué  harías si no  tuvieras miedo. Aunque tratemos instintivamente de  evitar  el cambio, el cambio es  inevitable, hay que  reaccionar.

  Alerta: hay  que  estar alerta, lo ideal  sería anticiparse al cambio, pero sino  hay  que  saber buscar alternativas, actuar con  rapidez y tratar de disfrutar de lo que  se va a convertir en una  “nueva” aventura.

¿Tienes una  idea  y dispones de los conocimientos y capacidades necesarios para llevarla a cabo? Pues es hora de que  comiences a pensar y reflexionar sobre tu proyecto empresarial. Tienes que valorar tu idea  detenidamente antes de entrar en materia y decidir si estas dispuesto a darlo todo por hacerla realidad.

Antes de  plantearte seguir o no  con  esta aventura, deberías tener la certeza de que  el proyecto en el que  estás pensando te atrae, te motiva, te divierte, te gusta. ¿Qué responderías a las siguientes preguntas?:

¿Es un proyecto atractivo?
¿Me hace feliz pensar que  lo voy a desarrollar?
¿Me siento con fuerzas para superar las dificultades?
¿Siento orgullo de mi proyecto? ¿Tengo ganas de empezar?
¿Creo  que  me  voy a divertir llevándolo a cabo?
¿Tengo puestas todas mis ilusiones en él?
¿Estoy respondiendo positivamente a estas preguntas?: Sí, entonces ADELANTE.


Valoración de la Idea:

Lo primero que  hay que  hacer para empezar a pasar de la idea  a algo más concreto es  plasmarla en  un documento. La idea  hay  que  contarla,  ESCRIBIRLA de  manera simple y comprensible, más adelante se podrá formular el Plan de Empresa.

Bien,  y ahora, te  estarás preguntando ¿y qué  escribo? muy fácil, intenta contestar a las  siguientes preguntas y podrás confeccionar un  pequeño documento sobre el que  anotes de  forma ordenada la idea  de negocio que  tienes:
Producto/ Servicio: ¿Qué  vamos a ofrecer? ¿Qué  vamos a ven- der?  ¿Cuál es nuestro producto?
Mercado: ¿A quién?
Plan producción: ¿Cómo lo vamos a hacer?
Plan comercial: ¿Cómo lo vamos a vender?
Plan de recursos humanos: ¿Qué  competencias debemos reunir el equipo de trabajo?
Misión de la empresa: en definitiva ¿Cuál es nuestro negocio?
Visión de la empresa: Como nos vemos en el futuro.
Otro pilar importante en el desarrollo de cualquier negocio es la persona que  lo va a llevar a cabo. Esa persona es probable que  nunca se haya encontrado en una  situación parecida y quizás se esté pregun- tando si va a ser  capaz  o no de llevar  el negocio a buen puerto.

Lo primero que  hay  que  aclarar es  que  los  perfiles de  las  personas que  han  creado una  empresa con éxito  son  muchos y muy  variados y van  cambiando con  el tiempo. Una  persona empresaria puede ser desde el director general de la compañía más grande que  conozcas hasta el dueño de  un  pequeño comercio. Las  comparaciones son odiosas por lo que  te aconsejamos que  no te compares con ninguno de ellos  porque es muy  probable que  tu seas diferente a todos.

Llegados a este punto entendemos que uno de los requisitos para ser empresario se  cumple: ser una persona emprendedora. Ahora  hay que  desarrollar en  nosotros las cualidades que  seguramente ejerci- tamos en el día a día y que  pueden resultar cercanas a las que  desarrolla  una persona que ejerce la dirección,  es decir,  organizar, planificar, controlar, etc. Para finalizar y cubrir con todas las características propias de la figura  emprendedora tenemos que  contar a su vez con una parte práctica, que consiste en lo fundamental “hacer el trabajo” y “arroparte en un equipo”.

Sin embargo existen unas características que  aunque no son  exclusivas del empresario, generalmente las encontramos en su perfil, como son  entre otras la disciplina, la constancia, la capacidad de asunción de riesgos, la creatividad, valor, prudencia, responsabilidad, amplitud de visión, paciencia, y sobre todo capacidad de trabajo.

En resumen, el equilibrio es la mejor manera de comenzar, tenemos la idea,  sabemos ordenar y planificar y además reunimos las actitudes  y conocimientos necesarios para realizar el trabajo. Animo sigue adelante con tu proyecto


 Carlos Pacheco Pasion



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