Siguiendo con nuestros apuntes de Emprendimiento, vamos hablar sobre los factores a tener en cuenta al momento de plantear nuestra idea. Recordemos que esta IDEA, debe estar bien clara para los enprendedores.
Los factores o aspectos
clave del negocio son
específicos de cada negocio, pero
aún y todo, la experiencia de muchas empresas de muestra que casi todas las personas cometemos los mismos
errores y los factores de éxito también
pueden ser coincidentes para todos. Hay
que prestar atención a ello.
Errores más comunes:
• Peligro de “enamoramiento”: con eso
queremos decir que la persona a la que se le ocurrió la idea puede estar “enamorada” de su idea y no ve
cuál es su viabilidad real en el mercado donde no todo el mundo tiene los
mismos gustos que ella.
• No conocer el mercado: es importantísimo tener información del mercado,
no vale sólo con suponer o intuir. A veces las intuiciones son malas consejeras.
• No saber
cómo venderlo: hace falta,
imprescindiblemente, saber cómo articular un plan
comercial, lo que se puede realizar solo o con la ayuda de un experto.
• Creer que desarrollar un nuevo producto va a tener un mayor éxito: es un
proceso sin duda mucho más
complejo y de un riesgo muy
elevado, por lo tanto, más difícil de alcanzar el éxito.
• Vender más barato: el precio puede ser importante o no, no siempre el producto más
barato es el más deseado.
• Entrar en
mercados ya maduros: la dificultad para sobrevivir es muy alta a
no ser que los líderes del mercado tengan esos nichos
desatendidos y se cuente con una estrategia de marketing basada en Factores de
éxito:
Factores de éxito:
• Tener claros los objetivos: humildes o
ambiciosos tienen que estar claros. Productos
individualizados.
Conocer la actividad: sin duda es de gran ayuda
conocer la actividad de “cerca” antes de
plantear un nuevo negocio relacionado.
• Invertir tiempo antes de invertir dinero:
inevitablemente hay que conocer el
mercado, centrar los objetivos, estudiar las claves antes de plantearse
invertir dinero.
• Estar atentos a las necesidades cambiantes
del mercado: una de las fórmulas
que permiten acertar con un negocio es
dar con necesidades no satisfechas.
• Diferenciarse
de la competencia: sin duda es una clave de éxito importante y casi
obligatorio.
• Rápido reconocimiento de las oportunidades:
buscar la oportunidad hasta encontrarla.
• Olvidarse de la improvisación: hay que tener rigor y tomar decisiones meditadas y contrastadas.
• Darse más de una oportunidad: quizás nuestra
primera idea no es la más acertada,
quizás ideas sucesivas lo puedan ser.
• Creer en el producto y saber cómo hacerlo: es importante no olvidarse de lo
básico: ¿Cómo se hace? ¿Dominamos los procesos de transformación?..
Después de citar los
factores más comunes de éxito y fracaso de una empresa de nueva creación,
hay que
hacer especial mención a otro aspecto muy determinante: Saber distinguir cuales
son las áreas clave de la empresa.
Factores de éxito relacionados con la empresa innovadora.
Isidre MARCH, en “Las claves
del éxito en nuevas compañías innovadoras según los propios emprendedores”
recoge, basándose en entrevistas realizadas a 18 emprendedores, los factores
de éxito
en la creación de empresas, agrupándolos en 5 áreas clave. A
continuación se señalan, con
relación a dicho estudio, algunos de los resultados publicados:
Financiación: Tener
suficientes recursos para iniciar
la actividad y asignarlos sensatamente. La ausencia de problemas
financieros facilita la puesta en marcha
y aumenta el nivel de confianza. Algunos emprendedores son
de la opinión de que es mejor construir la empresa con recursos propios.
Gestión: Trabajar en equipo y saber delegar. Organizar los recursos humanos en función de la realidad de la
empresa, ser flexibles y adaptarse a los cambios. Los aspectos
organizativos son poco valorados
por los
emprendedores, cuando es necesario adaptar la estructura a cada
fase de desarrollo, y pueden crear
problemas a la hora de tomar decisiones
Campo de actividad: Concentrar los esfuerzos en el
campo de actividad principal y no dispersarse. Es importante no desviarse del
verdadero objetivo de la empresa, y por lo menos en los primeros años de vida,
huir de la diversificación aunque no
por ello hay
que concentrarse en uno o
pocos clientes
Perfil personal: el
emprendedor “10” debe, a parte de contar con muchas habilidades, saber cómo
motivar al equipo de trabajo. El estudio recoge los siguientes rasgos del
emprendedor innovador: apertura a nuevas ideas y una clara
voluntad de aprender, confianza en sí mismo, coraje para luchar,
absoluta certeza sobre la validez de la
idea, visión a largo plazo, ser
consciente de las implicaciones que conlleva ser emprendedor y disfrutar siéndolo.
Objetivos y estrategia de
crecimiento: El verdadero emprendedor no
actúa guiado por un propósito especulativo, sino que
tiene las aspiraciones más amplias que las puramente monetarias.
El estudio destaca que los objetivos y estrategias de crecimiento difieren
sensiblemente entre los emprendedores.
La gestión diaria de una
empresa abarca muy diferentes
campos. Es prácticamente imposible que
dispongas de todos los conocimientos necesarios para dirigir de forma óptima todas las áreas de la empre-
sa. Por eso, es necesario que concentres
tus esfuerzos en los procesos clave, en
los campos que más inciden en la buena marcha del negocio y apoyarte en otras
empresas para que te ayuden a realizar
los procesos menos importantes. A lo mejor es más fácil de entenderlo
basándonos en un ejemplo: Una empresa cuya
ventaja competitiva se basa en un producto innovador, tendrá que poner mayor atención al proceso productivo,
las especificaciones técnicas del producto, materiales, calidad, actividad de
I+D+i, etc. que a aspectos comercia les,
fiscales, etc. que se pueden
subcontratar a una empresa externa.
En este contexto y debido al
protagonismo que en la actualidad
tienen las empresas innovadoras (o de base
tecnológica), resulta interesante analizar los
factores determinantes en la
puesta en marcha de este tipo de
empresas.
Una vez valorada la
idea, si realmente crees que tienes entre manos una verdadera oportunidad de negocio y que además reúnes las características de una
persona emprendedora junto con
las habilidades, conocimientos y
competencias para hacerla realidad y convertirla en una empresa real,
es hora de que te pongas manos a
la obra y estudies con mayor
detenimiento y atención todos los
aspectos que rodean a esta
oportunidad.
Antes de nada, debes saber
que el estudio exhaustivo de una oportunidad de negocio, requiere tiempo,
paciencia, capacidad de análisis y sobre
todo objetividad. Es hora de reunir toda
la información posible haciéndolo de forma estructurada siguiendo las pautas de
un análisis de mercado. Ya no basta con tener una ligera idea de cual se- ría tu competencia, ni saber
más o menos cómo se va a prestar el ser- vicio o se va a ofertar el producto.
Es necesario entrar al detalle y pasar
de una información subjetiva a una información contrastada en el mercado.
Para ello, debemos utilizar las
herramientas y metodología de
trabajo mencionadas a lo largo de este capítulo, reflexionar sobre los
resultados obtenidos y centrar la actividad para comenzar a pensar en la puesta
en marcha.
Para ello, tú, como persona emprendedora, debes
tener muy claro el tipo de
negocio que piensas montar y el
sector de actividad dónde éste se va a enmarcar. Debes conocer
muy bien
el mercado a donde te vas a dirigir
y debes tener en cuenta todos los aspectos que pueden
influir en la actividad de la empresa. Con las ideas claras y la in-
formación sobre la mesa, ya puedes empezar a elaborar el plan de empresa.
Una vez
has reflexionado sobre la idea,
has analizado el mercado, el producto y
has comenzado a pensar en la puesta en
marcha, es hora de
entrar a analizar en profundidad la viabilidad del negocio. Ha llegado el momento de
que comiences a desarrollar el Plan de
Empresa.
Carlos Pacheco Pasion
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