El
principio del mentalismo:
"El
TODO es Mente; el universo es mental".
Dice "El Kybalión":
"Donde quiera que estén las
huellas del Maestro, allí los oídos del que está pronto para recibir sus enseñanzas
se abren de par en par".
"Cuando el oído es capaz de oír,
entonces vienen los labios que han de llenarlos
Con
sabiduría".
Nada más cierto que lo anterior.
Todo lo que dices o haces es el
resultado de una programación mental previa, consciente o inconsciente, pero
real. Por tanto, el ser humano es el resultado de sus propias ideas, de sus
propios sentimientos y de sus decisiones; es decir, de lo que piensa y siente
de sí mismo y de lo que decide ser; de aquí, la importancia de un proyecto de vida:
simple, claro y valioso, que se convierta en reto e integre todas las energías
mentales y las oriente hacia objetivos importantes.
Las personas que poseen un proyecto de vida, se sienten seguras y libres,
porque saben que dependen más de ellas mismas, que de las circunstancias externas.
El entorno familiar, social, cultural y moral, determina las actitudes básicas de
las personas, por tanto, necesitamos aprender a seleccionar personas, ideas y
sentimientos, pues son ellos los que nos modelan, poco a poco, pero profundamente.
El anhelo de
todo ser humano es triunfar y ser feliz, pero la mayoría de las personas están
tan confundidas y desorientadas, que no saben en qué consiste el éxito, ni en
qué consiste la felicidad. Pasan la vida, persiguiendo el éxito y la felicidad
por caminos errados y al final sólo les queda cansancio y frustración. Para que
no te ocurra lo mismo, necesitas comenzar por establecer metas claras y
valiosas; luego, definirlas con precisión, y, finalmente, mentalizarte y
trabajar con emoción y constancia, en el mayor proyecto de tu vida.
El proyecto
debe ser amado y deseado intensamente. Debe convertirse en una ilusión y en un
reto, pero no en obsesión. Cuanto más mentalizado esté, más trabajará el subconsciente.
Recuerda que, el mayor proyecto de tu vida eres tú. Todos los
demás proyectos sólo tienen sentido en la medida en que contribuyen a tu
verdadero desarrollo y felicidad.
Por eso al edificar tu proyecto de vida ten en
cuenta, que al igual que elijes los mejores materiales para construir tu casa, así mismo tu proyecto de vida debe abarcar e integrar todos
los niveles de ti: Salud, afectividad, inteligencia, principios, valores, metas,
criterios y economía.
En la medida
en que creas, desees y ames los objetivos de tu proyecto, tu subconsciente comenzará a
trabajar para ti y no descansará de día ni de noche, aportando la energía y las
ideas necesarias para llevar a feliz término el proyecto que has ideado.
Las personas que poseen un proyecto de vida, se sienten seguras y
libres, porque saben que dependen más de ellas mismas, que de las
circunstancias externas.
Animo
atrévete a edificar tu proyecto de vida, sácale partido a tus convicciones y
deseos, armonízalos y elabora tu plan de vida.
Carlos Pacheco Pasion
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